No quiso Ganar

En el reciente Abierto de tenis de Roma, el estadounidense y ex 1 mundial Roddick, disponía de match point ante el español Verdasco. El juez dio por mala una pelota de este, con lo cual el partido terminaba. En vez de festejar la victoria, Roddick miró con extrañeza la marca del pique, y para sorpresa de todos, contradijo al juez indicándole que la pelota de su rival había sido buena, y por lo tanto el partido no estaba concluido a su favor. Ante confesión de parte, se revirtió el fallo y el partido continuó… hasta la victoria final de Verdasco (ver nota). Luego Coria venció a Verdasco, en su tránsito a la fantástica final con Nadal.
En un deporte hiper individualista y profesional con el tenis, donde la diferencia entre ganar y perder un partido se traduce en miles de cualquier moneda, no deja de asombrar la actitud de Roddick con un gesto que ni siquiera es usual en partidos de fin de semana entre aficionados y amigos.
Hay esperanzas. No es el único. Hace poco, la saltadora alemana Bianca Kappler, contradijo a los jueces que midieron su salto en 6,96m. . Ella sabía que nunca había superado los 6,65m y en atletismo no existen estos batacazos. "No quiero el oro como regalo" dijo con honestidad, mientras ciertos dirigentes rogaban que callara para poder llevar el oro a su país, dado que los jueces ya la habían dado ganadora (ver nota).
Nos es fácil aplaudir a estos deportistas, que resignan éxitos ajenos a nosotros, privilegiando la ética por sobre la competitividad. Que ellos no ganen, no nos afecta y felicitarlos nos cuesta poco. Pero, ¿cuál hubiera sido nuestra reacción, si Maradona hubiera reconocido ante el juez que hizo el gol con la mano?.